martes, 20 de marzo de 2012

sábado, 17 de marzo de 2012

Escálame



Caspar David Friedrich-Retablo Tetschen.


La erosión, algo que la superficie de la tierra lleva soportando lo que para un humano supone una eternidad, y que sin embargo acaba con nosotros en tan poco tiempo. Como a la corteza terrestre le afectan el agua, el viento, el hielo o los cambios de térmicos, del mismo modo afectan en las relaciones humanas la saliva, el aliento, las lágrimas y los cambios de temperatura.

A cada una le sedujo rápidamente el perfil abrupto de la otra, tan diferente, tan genuino, tan único, tan peligroso. Pero a base de roces, caricias, susurros y gritos, los contornos se volvieron sinuosos, hasta tal punto que cuando aparecía un relieve salvaje, cortante, puro, resultaba toda una aberración orográfica que había que pulir. Y todo por no hacernos daño.

Yo, que me creía un paisaje romántico, me he convertido en un parque temático. No quiero ser solamente una foto de postal más en tu colección de recuerdos. Echo de menos tu panteísmo.



La estética de lo salvaje



-Hazlo ya. ¡Venga!... ¡Córtame las manos!.

-¿¡Pero para qué!?.

-Te lo he dicho mil veces, para no tocarla más.

-Pero ¿Por qué no eres adulta y usas la cabeza?.

-Porque si no tengo manos y la intento tocar con la cabeza acabaría perdiendo el equilibrio, me caería de bruces y me rompería las narices. Debo dejar de tocarla, pero no quiero dejar de olerla... Espera, un momento... tienes razón... córtame la cabeza también.

(...)

-En serio. ¿Tú eres imbécil?... Que uses la cabeza para olvidarla, se racional, controla tus impulsos.

-Ok... ok... está bien, no me cortes las manos. Sácame los ojos, para poder pensar con claridad.


Chelsea Greene Lewyta-"Fool and the Fall Final"